La combinación de lo antiguo y moderno en el edificio te transporta a otra época. La comida fue realmente sorprendente, especialmente el lechazo. exquisito a la perfección. A pesar de pequeños detalles en la habitación, la atención del personal, sobre todo de Cristina, hizo que todo valiera la pena.

En concejo hospederia, disfrutamos de la paz que se respira desde el primer momento. La Sra. Cristina nos hizo sentir como en casa. Las instalaciones son preciosas, parece un palacete muy cuidado. Además, la terraza con la bañera de hidromasaje fue perfecta para relajarnos después de un día de exploración. tuvimos la suerte de hacer una visita guiada por los viñedos con Enrique, que fue increíble.

Lo recomiendo.

Hazme caso, luego me lo agradecerás

Es un sitio muy agradable donde hacer noche. Las habitaciones son amplias y acogedoras, con encanto antiguo. El desayuno es un lujo servido por un personal amable que se preocupa por los detalles. La ensalada de perdiz es exquisita. Sin duda, una experiencia recomendable para disfrutar con amigos o en pareja.

Edificio antiguo reformado, habitaciones con encanto, acceso a rutas de bodegas.

La ducha con presión de agua insuficiente!!! Lo ideal sería que hubiera repisas en el baño para dejar las cosas!!! Falta de un espacio cómodo para abrir la maleta dentro de la habitación, apenas hay sitio!!!

Encantador lugar para disfrutar de una cena exquisita y relajarse en los viñedos.

volvería

El lugar es realmente bonito, con una mezcla de moderno y antiguo. La habitación era amplia y cómoda, con baño privado y ducha grande. Desayuno abundante con productos naturales, la ensalada de perdiz estaba increíble. El personal super agradable, especialmente Cristina y el chef Alfonso que adaptó los platos para los intolerantes a la lactosa.

La habitación era súper acogedora, con techo inclinado y vigas de madera que le dan un encanto especial. Estaba muy limpia y la cama era cómoda. Solo, si eres alto, tienes que tener cuidado con el techo, ¡puedes darte un buen golpe! Pero en general, todo lo demás estaba genial. Las vistas desde la ventana eran bonitas y el baño tenía detalles que hacen la diferencia.

Hotel encantador con buen servicio, pero el ascensor no funcionó durante mi estancia.

el encanto del edificio y la amabilidad del personal son inmejorables, especialmente la atención personalizada. el restaurante ofrece platos deliciosos y el desayuno es todo un lujo (deberías probar la cecina).

deberían mejorar la presión del agua en la ducha.

el personal es superamable y servicial. el baño necesita más prensaje.

hospitalidad excepcional para los mayores

cuidado especial, instalaciones adecuadas

menor detalle

El hotel tiene una ambientación encantadora, con habitaciones acogedoras y limpias, destacando su hermosa arquitectura antigua. Sin embargo, la presión en la ducha podría mejorarse, y el desayuno, aunque variado, necesita atención al detalle, como la frescura de los ingredientes. Aún así, disfruté de mi estancia y recomendaría el lugar para una escapada tranquila.

La habitación era bastante acogedora, con un diseño antiguo que hace que sientas la historia del lugar. La ducha es amplia, aunque podría mejorar en presión, y el baño en general es bastante espacioso.

El desayuno deja mucho que desear, el tomate rallado parece haber estado en la nevera desde la noche anterior y la fruta no estaba fresca. Además, la iluminación del restaurante es un poco incómoda con focos direccionales que no crean un ambiente cálido. El ascensor no funcionó, lo que obligó a subir dos pisos a pie. noté que sería útil un soporte para abrir la maleta dentro de la habitación. La puerta de cristal del baño no cerraba correctamente, lo que podría ser molesto.